Se acabó el reconocimiento facial de Mercadona

Esto es el colmo. Ya no contentos con que Google, Amazon, Facebook, Apple o Microsoft entre muchos otros, rastreen tu actividad, que cuando vas al súper también te hacen fotos y buscan tu cara en bases de datos, según dicen, de personas que tienen una orden de alejamiento de establecimientos y con la única intención (que no me lo creo), de llamar a la policía..

Desde hace un año, Mercadona puso en marcha este tipo de rastreo con ciertas premisas, según ellos, como el que solo comprueban si cada persona que entra en un establecimiento de la cadena está en la base de datos de personas con una sentencia de alejamiento de los establecimientos. La otra premisa es que este rastreo lo realizan en beneficio público, para evitar que determinadas personas no deseables puedan alterar el orden público dentro del establecimiento. Ante esto, caben muchas preguntas. La primera de ellas es ¿de dónde obtiene Mercadona esa base de datos y en concreto las fotografías de las personas que la componen? Un juzgado, único organismo autorizado para disponer de dicha base de datos, jamás entregaría a una empresa privada dicha información y menos para que realice un uso que se encuentra en la cuerda floja de la legalidad. La segunda pregunta es ¿qué garantías tienen los clientes de Mercadona de que el uso que hará la empresa es estrictamente el que dicen y que las imágenes captadas no se almacenan para otros usos posteriores?

Ante la supuesta ilegalidad del sistema de reconocimiento facial, ha habido una sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona que impide el uso del sistema en los establecimientos en Barcelona, alegando que el sistema no protege los intereses públicos, sino los intereses privados de la empresa en cuestión. Afortunadamente, la justicia da la razón a los que defendemos la privacidad como un derecho fundamental y que no puede ser vulnerado por empresas privadas para defender sus intereses, ya sea de seguridad o comerciales.

Ahora, al parecer, Mercadona ha reculado y anuncia que el sistema de reconocimiento facial ya no funciona pero, eso sí, las cámaras siguen en su sitio en la totalidad de establecimientos en los que estaba el sistema en marcha y ¿quién garantiza que no siguen captando imágenes que son enviadas a un datacenter, donde son analizadas y que no se hace cualquier otro tipo de uso distinto de la simple videovigilancia?

Este tipo de sistemas vulnera los derechos y libertades de las personas y lo hace en beneficio de los intereses de las empresas privadas ya que podrían estar usando el sistema para realizar ofertas puntuales a personas que hayan visitado la tienda un determinados números de veces o que hayan comprado tal o cuál producto o simplemente que tengan un determinado color de cabello. Para esto sería necesario, no solo captar las imágenes, sino almacenarlas y procesarlas, todo ello sin el consentimiento de la persona afectada.

Vivimos tiempo difíciles para la privacidad y ya no estamos exentos de peligros de su vulneración, ni siquiera cuando vamos a comprar el pan.

Author: fbno

Sarcástico, irónico y cáustico. Agnóstico, irreverente, apolítico, apátrida y ciertamente asocial. Defensor del abstencionismo reflexivo y amante de la penúltima cerveza y del Rock.