Whatsapp y su seguridad «tope de gama»

Lo de «tope de gama» es ironía, ya te lo habrás imaginado. A diferencia de Telegram o Signal, la seguridad en Whataspp brilla por su ausencia. Desde las copias de seguridad que hace en Google Drive sin ningún tipo de encriptación, hasta procedimientos que van encaminados a la reinstalación de la app en otro dispositivo diferente al actual y que chorrean aceite desde el primer bit. El usuario de Whatsapp está vendido.

Y ya no solo porque sus datos privados sean de dominio público, sino porque para cerrarle a alguien su cuenta de Whataspp lo único que hace falta es conocer su número de teléfono. Y no hace falta ni herramientas especiales, ni conocimientos técnicos ni tan siquiera haber soñado una vez con que eras un Black Hat. Como te lo digo: dime tu número de móvil y te cancelo tu cuenta de Whatasapp en 3, 2, 1. Y ahora peléate tú con Facebook para que te la reestablezcan.

Evidentemente no te voy a explicar cómo hacerlo, más que nada porque es tan sencillo de hacer y hay tanto descerebrado impulsivo que podría leer este post (no estoy dudando de ti, no me malinterpretes) que los daños que podría ocasionar mi exposición a gente inocente serían descomunales. Eso sí, si quieres investigar sobre el tema no te costará mucho encontrar el procedimiento en la Red y sin necesidad de acceder a la Deep o a la Dark.

Lo que me planteo a estas alturas y vistos los antecedentes, es cómo sigue habiendo aún gente que vive en la ignorancia más absoluta y sigue usando Whatsapp. Y que lo hagan personas que simplemente se envían mensajes con colegas y familiares, bueno, pase. Pero que lo hagan profesionales que transmiten información de empresa y lo hagan sin ser conscientes de los daños que pueden padecer si le caen en gracia al niñato de turno o al más despiadado de los ciberdelincuentes, es algo que no me explico. Pero es más, que incluso sean usuarios de Whatsapp personas que pertenecen a las fuerzas de seguridad y que lo usen de forma oficial como herramienta de trabajo, ya es algo que me parece el colmo.

Yo no me cansaré de decirlo y ya sé que tú no me harás ni caso. Pero allá tú.

Author: fbno

Sarcástico, irónico y cáustico. Agnóstico, irreverente, apolítico, apátrida y ciertamente asocial. Defensor del abstencionismo reflexivo y amante de la penúltima cerveza y del Rock.