El sentido de todo esto

Allá por 1995, cuando muchos de esos que dicen (y están convencidos de ello) «soy milenial, lo sé todo» aún no habían nacido, yo me conecté por primera vez a algo que se llamaba Compuserve y, literalmente, aluciné.

Aquello era algo impresionante ya que me permitía acceder a información en mi propia casa, sin necesidad de esperar a que el Telediario me lo contara (algo que en la mayoría de ocasiones no sucedía) o que algún iluminado lo contara en algún programa de radio de madrugada (cosa que, aunque sucediera, yo no me enteraría porque estaría durmiendo).

Un problema que había con la conexión a Compuserve es que pagabas la conexión a precio de «conferencia» y para entonces, eso era un dineral. Con el paso del tiempo, tal vez sobre 1997, Internet comienza a aparecer como la opción que sustituye a Compuserve y ya se puede contratar en España un acceso asequible a través de ISP como Arrakis. De aquí en adelante, y si hasta ahora había alucinado, el verdadero flipe no había hecho más que comenzar.

Muchos se hubieran quedado con la opción de ver y chupar de la web. Si acaso jugar y como mucho interactuar con otros, pero a mi me dio por aportar mi granito de arena.

Primero con una web que se llamó «El Milano» (1999). Tenía el formato de un fancine en el que participaban personas de diversas partes del mundo con las que había contactado a través de listas de distribución y canales de IRC y que tenían entre sí intereses muy dispares, lo que aportaba frescura e interés a la publicación. El procedimiento era tan simple como que yo recibía unos textos de estas personas, los maquetaba en formato html y los publicaba con una periodicidad, más o menos mensual. A partir de aquí, tanto las personas que escribían como yo, recibíamos comentarios por correo electrónico y el debate lo íbamos publicando en El Milano.

No se puede decir que fuera una revista digital tal como se entiende hoy, ni mucho menos un blog, pero era lo que entonces sabíamos y podíamos hacer y gracias a ello, conseguí conocer gente y enriquecernos con nuestros debates.

Con el paso del tiempo, El Milano dejó de tener sentido, por lo que lo cerré y mi interés por la tecnología, me llevó a abrir una lista de distribución dentro de Rediris denominada «Palm & GPS» (2000). En realidad era una escisión (un fork, que se diría hoy) más especializado de otra lista llamada GPS (a secas) creada también en el seno de Rediris. En Palm & GPS tratábamos temas sobre PDA de la marca PALM y su utilización dentro del mundo GPS. Pero ojo: No confundas GPS con lo que hoy se entiende por navegador GPS. Google Maps, por ejemplo, no es un GPS, es un navegador que utiliza el GPS (receptor de la señal emitida por la constelación de satélites GPS) para geoposicionarse y mostrar tu ubicación dentro de un mapa, indicándote la ruta a seguir paso a paso. Incluso es importante no confundir la red de satélites GPS con otras redes destinadas también al geoposicionamiento como pueda ser Galileo, Glonass, Beidou, Compass, QZSS y otros.

Como el grueso del personal, entonces y hoy, sigue confundiendo estos conceptos, decidí crear un blog que, cómo no, se llamaba «Palm&GPS» (2000) y tenía como temática la difusión de la tecnología GPS, los productos que se podían adquirir en el mercado no profesional y para uso personal, así como el software que estaba disponible, con especial interés en todo el que fuera software libre. Palm&GPS tuvo una vida de unos 11 o 12 años y tuvo muy buena acogida en entornos universitarios y centros de investigación.

Entre tanto, hacia 2001, decidí abrir otro blog dedicado a la tecnología en general y que se llamaba «El arca de la web«.

Mi pasión por la tecnología, rallando en el frikismo en ocasiones, me llevó a publicar montones de artículos en los que explicaba mi postura frente a la tecnología, fomentando el uso racional de la misma y siempre procurando ofrecer una visión de aprendizaje profundo de cualquier dispositivo que se use (lo que se llamaría fomento del power user) porque, ¿qué sentido tiene tener en tus manos una herramienta que no conoces y a la que no puedes sacar todo su potencial?

Con la llegada de Twitter, Facebook, Linkedin, Instagram, Google+ y montones de redes sociales, maté por aburrimiento a El arca de la web hacia 2012 y centré mi actividad digital en estas redes, hasta que hoy (octubre de 2020), he decidido volver a plasmar mi ideas, elucubraciones, estupideces, cosas de mi interés y algo más en este blog que ya veremos lo que dura, porque como puedes comprobar, todo lo que inicio en la Red acaba perdiendo su sentido y, como consecuencia, muriendo.

Como dirían los creyentes (que no es mi caso): Que dios os pille confesaos.