Y tú, ¿no te sientes como dentro de un tablero de Risk?

Por si acaso no lo sabes, te comento que el Risk es un juego de estrategia en el que dos bandos de ejércitos deben conquistar los territorios del bando contrario. Es el precursor de cientos de juegos de mesa y sigue siendo uno de los juegos mejor valorados por los amantes de los juegos de estrategia a pesar de estar en el mercado desde 1958.

Los jugadores todopoderosos, mueven ejércitos de acuerdo a una estrategia preconcebida y llevan a las tropas de acá para allá a su libre albedrío. ¿Te suena? Trasládalo al mundo real y piensa en políticos moviendo a sus (no tropas, aunque también) gentecillas de un lado para otro para obtener, no un beneficio para estos, sino para lograr sus propios fines. Fines que no son una victoria en un juego, sino medrar dentro de su ámbito político y completar su insaciable ansia de poder, algo que jamás sucede, porque como decía es insaciable e infinita.

Y además da igual de qué bando sean. Pueden ser de derechas o de izquierdas. De los que son votados por las clases más desfavorecidas gracias a arengas populistas de ultraderecha o de los que se convierten en casta tas llegar a ese gobierno al que critican y del que no son conscientes que pertenecen. O incluso de esos que dicen ser de centro pero a los que se les ve el plumero cuando votan en contra de cualquier medida que no haga crecer aún más las fortunas de los más favorecidos. Todos son iguales y su meta es siempre la misma: Saciar su insaciable ansia de poder.

Se supone que cuando un partido se presenta a unas elecciones, presenta un programa electoral y que es como los diez mandamientos. Algo por lo que debe trabajar en caso de ganar las elecciones, pero se dan paradógicas situaciones como en las pasadas elecciones a la Comunidad de Madrid, en las que el partido ganador, había enviado a los ciudadanos su programa electoral, que consistía en una hoja en blanco con la cara de la candidata y es en base a esto en lo que los ciudadanos de Madrid votaron mayoritariamente a este partido y eligieron como su presidenta a una cara bonita que no presentó ni una sola propuesta en toda la campaña electoral y que basó esta en un eslogan populista que ofrecía «libertad». De esto podemos deducir el nivel de los gobernantes que elegimos y el derroche de intelectualidad que arrojamos los que los votamos.

Pero da igual. No aprendemos y cada cuatro años o cuando ellos deciden que les conviene, volvemos a tropezar con la misma piedra, cometemos los mismos errores y los volvemos a colocar en su despacho de siempre, desde el que mueven las piezas del tablero y desde el que pretenden mejorar la economía o acabar con una pandemia.

Y como muestra de todo esto que comento y sacando a colación la pandemia, ¿no te has sentido como dentro de un tablero de Risk con el tema de las vacunas? Repartimos las marcas de las vacunas entre grupos de población en función de… ¿Alguien lo ha explicado? Si eres mayor de 80 años te toca la de la marca cara, la que sube el precio cuando le conviene y nota que la picaresca científica ha descubierto que usando un determinado tipo de jeringuillas se pueden extraer más dosis de cada vial que las previstas inicialmente. Hay otro grupo que es el de los mayores de 60 años a los que ponemos la vacuna barata, pero que no cae en gracia, porque como las decisiones de qué vacuna comprar las toma la UE y los que venden la vacuna más barata pertenecen al país del Brexit, pues les cancelamos el contrato. Y no porque la vacuna no sea efectiva, sino por intereses meramente políticos. Ah! Y ahora nos damos cuenta de que hay una buena cantidad de población a los que les han puesto un vacuna, políticamente rechazada, y a la que la población no rechaza, porque escucha a los que saben de esto: A los científicos. Pues bien. De este grupo, eliminamos a los que ya han pasado la covid-19 y del total de vacunas necesarias, ya eliminamos unas cuantas (porque sí). De los restantes, eliminamos otros cuantos a los que llamamos por teléfono y con amenazas razones técnicas convencemos de que accedan a ser inoculados con una segunda dosis de otra marca, curiosamente la de la vacuna cara y amparándose en un estudio realizado por encargo del gobierno a un organismo público en el que la muestra de población que ha participado en el estudio suma la impresionante cifra de 400 personas y cuyo resultado es que la mezcla de vacunas no es peligrosa. Nadie ha estudiado si es efectiva, porque a los que encargan el estudio, los políticos, su efectividad les trae al fresco. Lo único que les interesa es llegar al verano con eso que denominan como «la inmunidad del rebaño». Oh! llegamos a la palabra clave: Rebaño. Y es así como nos consideran. Como un rebaño de borregos a los que mueven de acá para allá según sus intereses y que venden al mejor postor y del que se lucran los de siempre: Las farmacéuticas, las energéticas , las tecnológicas y todas esas grandes empresas que dan albergue en sus consejos de administración a los políticos una vez que estos finalizan su mandato.

¿Y aún crees que no vives dentro de un tablero de Risk?

Author: fbno

Sarcástico, irónico y cáustico. Agnóstico, irreverente, apolítico, apátrida y ciertamente asocial. Defensor del abstencionismo reflexivo y amante de la penúltima cerveza y del Rock.