Aforos en cenas y comidas navideñas

Yo no llego entender cómo los lumbreras del gobierno se han metido en un terreno tan farragoso como el de determinar cuánta gente puede estar en las casas en comidas y cenas navideñas.

Y no es que entre a valorar la medida en sí, sino que no tengo muy claro cómo van a hacer valer que se cumpla la ley. Incluso me planteo de la legalidad de esa ley por la que dicen cuántas personas puede haber en mi casa en un momento dado, pero ese es otro tema. Y vuelvo a insistir en que no valoro si la medida es eficaz o no. Está claro que si hay posibilidades de contagio y éstas aumentan en función de cuantas más personas haya en una reunión, si la mitad de la población hace caso de la medida, ésta será efectiva. Pero de ahí a decretar por ley cuánta gente puede haber en una casa durante una celebración familiar, creo que va un mundo.

Una vez más, estamos ante la situación en la que la prohibición impera ante la función pedagógica. Por poner un ejemplo que se nos plantea a diario, tenemos el caso de los cierres perimetrales de las poblaciones. Un control policial se coloca en el límite de la localidad y a quien no tenga un documento que acredite que puede sobrepasarlo, le colocan una multa. Mi pregunta es: ¿He traspasado el límite o estoy justo antes de él? Si no lo he traspasado, ¿por qué me multan?, con que me digan que no puedo pasar y me hagan dar la vuelta, el riesgo de contagio, el que supuestamente yo podría realizar o el que podría recibir, se anula, aunque la administración dejaría de recaudar el importe de la multa. Que yo sepa, lo sancionable no es mi intención de salir del perímetro cerrado, sino el que lo haga. Si no hay hecho delictivo consumado, ¿por qué hay sanción?

Pues esto me lleva a otra reflexión: ¿Cómo van a controlar cuántas personas hay en cada casa? Se me ocurren dos opciones. Una es que saquen a las calles y casa por casa, a la policía y al ejército para que cuenten cuántas personas hay en cada casa. Es una opción, pero no he oído que haya jueces firmando órdenes judiciales a destajo para que un policía y menos un militar, pueda entrar en mi casa y en la de todos los demás, a contar invitados, ya sean familiares o allegados. Por cierto ¿Tú tienes un carné que demuestre que eres primo de tu primo? Porque yo no lo tengo. Me da que los tiros no pueden ir por ahí.

Así que solo me queda pensar en que el gobierno se ampara en la segunda opción: Que los que durante el arresto domiciliario de marzo fueron policías de balcón hoy se reconviertan en policías de escalera y entren en cada casa a contar invitados y si se sobrepasa el aforo permitido, zas! denuncia que cae. Eso sí es efectivo, porque la cotilla de tercero C, es mucho más efectiva que cualquier cuerpo policial. No necesita orden judicial para entrar en tu casa. Total, ya lo hace cuando quiere con la excusa de que se le ha acabado la sal o que si está lloviendo y tienes ropa tendida. Con la ronda visual de rigor no se le escapa detalle de lo que sucede en tu casa y como haya un allegado de más…

Author: fbno

Sarcástico, irónico y cáustico. Agnóstico, irreverente, apolítico, apátrida y ciertamente asocial. Defensor del abstencionismo reflexivo y amante de la penúltima cerveza y del Rock.