Panfleto contra los comentaristas en tiendas online (bueno, solo contra algunos)

Existe una subespecie entre los comprometidos sociales que pretenden salvarnos la vida con sus comentarios en las tiendas online. Se trata de aquellos que expresan sus pensamientos, no porque tengan pensamientos coherentes, sino porque tienen un teclado y saben pulsar las teclas, aunque no conozcan su orden correcto y, mucho menos, sean capaces de escribir, incluso, en un idioma inteligible.

Y no me refiero a que se les cuelen erratas, y más cuando escriben desde el móvil, que eso nos pasa a todos. Me refiero a que farfullan en un idioma que ni ellos mismo conocen, con ideas deslavazadas, con argumentos incoherentes o incluso con desconocimiento absoluto sobre aquello que comentan. Ahí va mi primer ejemplo:

Este individuo es capaz de responder a una pregunta de un posible comprador, cuando no tiene ni puñetera idea de qué le están hablando, pero escribe ¿con qué motivo? ¿qué le habrá impulsado a ello?. Esto me recuerda un frase interesante: «Más vale permanecer callado y parecer idiota, que abrir la boca y demostrarlo«.

En este segundo ejemplo, su autor comenta los beneficios de un complejo vitamínico y dice:

Este buen hombre, ¿qué esperará obtener de un complejo vitamínico? ¿Tal vez que le salga un escudo de fuerza a su alrededor y que él pueda verlo cuando se mira en el espejo? Pues va a ser que no, chaval.

Este otro comentario es de mis favoritos, porque critica un error que le aparece y necesita que Facebook le salve la vida porque además, no sabe inglés. Este error, no en Facebook que no lo uso, sino en Instagram, también me aparece a mi. Lee el comentario del o la lumbreras y después te lo explico:

La cuestión es que este sujeto está utilizando un bloqueador de publicidad y rastreadores, que no dejan que Facebook escudriñe tu dispositivo para extraer información que luego venderá a sus clientes de verdad. Recuerda que ni tú ni el resto de usuarios de Facebook sois sus clientes. Los clientes de Facebook son los que pagan por la información que Facebook extrae de vuestros dispositivos. Y digo vuestros, porque al igual que el lumbreras que le pide a Facebook que arregle «su problema», yo también uso bloqueadores de publicidad y rastreo, pero a diferencia de él, yo sí sé qué consecuencias tiene y no se me ocurre pedirle a Facebook que las arregle.

Ahora nos vamos a encontrar con otro tipo de zopenco que no se entera de cuál es la diferencia entre valorar un producto y valorar sus propia ignorancia. Lee y te cuento:

Resulta que a esta criatura le han hackeado su cuenta de Whatsapp y no me extrañaría que fuera porque su contraseña sea 1234. Pero la culpa es de Facebook y además le tienen que ayudar, porque «es urgente» (el mundo entero debe estar a sus pies). La opción de consultar con un especialista, de denunciar el hecho a la policía o de usar el canal adecuado que provee Facebook para estas ocasiones, no son opciones válidas para él o ella. A cambio, pone una valoración negativa a un producto y a otra cosa, mariposa.

Ejemplos como estos hay miles. Es posible pasar un buen rato riéndote de las estupideces que algunos van dejando a su paso, pero cuando acabas de reír, te das cuenta de lo muy ignorantes que son algunos y de lo mucho que alardean de ello.

Venga, vale. Uno más, pero es el último o no acabamos nunca. Aquí se nos aparece un cliente que después de comprar un horno no está contento. Te muestro a la izquierda del comentario una foto que el propio fabricante muestra para que veas un detalle de lo que te vas a encontrar si compras su producto y el sujeto dice:

Vaya. Resulta que le han vendido un horno que no tiene termostato o él no se lo ve. Y la rueda de arriba, ¿No estaba en su horno? Puede ser, pero me da que sería el único horno a la venta al que no se le puede regular la temperatura mediante un termostato. Además no tiene bandeja, pero sí tiene bandeja. Esto ya sobrepasa mi capacidad intelectual y solo puedo decir: Mi no comprender a tú.

Disfrutad de vuestras compras, que ya está cerca el gran día del consumismo y por favor. Comentad, que quiero seguir riendo.

Author: fbno

Sarcástico, irónico y cáustico. Agnóstico, irreverente, apolítico, apátrida y ciertamente asocial. Defensor del abstencionismo reflexivo y amante de la penúltima cerveza y del Rock.