Regalos y asistentes virtuales. Una bomba de relojería dentro de tu casa

Un año más, los asistentes virtuales son el regalo de moda. ¿Te has o te han regalado uno? Pues ahora perteneces, un poco más si cabe, a Google, Amazon, Apple, Movistar y quién sabe a quien más.

Verás. Voy a empezar por hacerte la pregunta que debería ser el colofón del artículo: ¿De verdad quieres meter en tu casa un dispositivo que está escuchando permanentemente lo que se dice en ella y enviándolo a una multinacional para que lo analice? Eso sí, luego encenderá la luz por ti, para que tú no tengas que mover tu lindo culo del sillón.

A cambio, le habrás dicho a la multinacional de turno que estás en casa, ante la televisión, probablemente, así que solo tendrán que analizar si ves la TDT o algo a través de internet y si es así, ya te han cazado. Comenzarás a ver en ese justo instante esa «información tan relevante» que tanto te interesa y que ellos tan bien saben. Y es que ellos lo saben todo de ti, porque ya te encargas tú de decírselo.

En ocasiones, algunas personas me preguntan que cómo puede ser esto cierto. No se creen que un aparato como estos asistentes estén permanentemente escuchando y enviando todo lo que se dice cerca de ellos. Y cerca es un sentido muy amplio, porque estos dispositivos llegan a tener 8 y más micrófonos perfectamente calibrados y de muy alta sensibilidad para no perder el más mínimo sonido. Luego van enviando a través de tu conexión de fibra todo lo que escuchan a los servidores de la multinacional, donde analizan el sonido recibido en busca de un «alexa», «hey google», «oye siri», etc y a continuación filtran el resto del sonido para poder ver si se trata de una orden reconocible y poder ejecutarla.

Pero ahora, viene el meollo del asunto. El sonido que han analizado, queda guardado en los servidores de la multinacional, según te dicen, para mejorar la experiencia de reconocimiento de la voz, para crear nuevas órdenes en función del número de preguntas y ordenes de los usuarios que aún no están resueltas y en general, para mejorar la experiencia de uso. Pero lo que no te dicen es que con esos sonidos que provienen de tu casa, alimentan una base de conocimientos que sirven para ofrecerte esos productos que seguramente tú vas a comprar o esos servicios que tú vas a contratar y que le reportarán a la multinacional unos buenos ingresos bien porque ellos los vendan directamente bien porque reciban una comisión en concepto de «producto referido».

Eso sí, tú tienes derecho a que ese sonido se borre de forma periódica de los servidores, pero ¿sabes cómo hacerlo? ¿Sabes en qué recóndito lugar de la web de la multinacional se encuentra la opción de borrar el audio? Y si consigues llegar a esa opción, ¿eres consciente de que todas esas operaciones de rastreo, análisis y procesado de tu información tardan milisegundos en realizarse y que para cuando tú consigas borrarlas, ya no le sirven para nada a la multinacional? Poder borrar los audios o cualquier información de las multinacionales tengan de ti, solo sirven para que te calles y dejes de clamar en favor del derecho al olvido digital y para que los gobernantes te vendan la moto diciéndote que han doblegado a las multinacionales obligándoles a borrar la información que tienen sobre ti.

Si crees que con esto estás protegido o que alguien ha hecho algo por tu privacidad, espera, que viene Yupi y os vais a tomar unas copas en su mundo.

Author: fbno

Sarcástico, irónico y cáustico. Agnóstico, irreverente, apolítico, apátrida y ciertamente asocial. Defensor del abstencionismo reflexivo y amante de la penúltima cerveza y del Rock.